Sillas de ruedas para perros

Las sillas de ruedas para perros son indispensables para manejar problemas graves de movilidad en las extremidades posteriores. Estos permiten la autonomía y actividad del perro, lo que a su vez le permite recuperar la salud física y mental. En algunos casos, el uso de una silla puede ser la clave para lograr una buena recuperación en animales con paraplejia reversible.

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La silla de ruedas tiene 2 usos fundamentales:

  1. Ayuda a perros con movilidad reducida en los extremos traseros. El animal dispondrá de un soporte para mover sus patas libremente, asegurando así su autonomía y evitando la pérdida de masa muscular y ancilosa por desuso prolongado.
  2. Soporte total de la zona trasera en el caso de perros paralizados. También en esta situación la silla de ruedas asegura la autonomía y previene las úlceras cutáneas debido al apoyo permanente en la cama o el suelo. En algunos casos, dependiendo de la lesión del perro, es posible recuperarse de la movilidad ya que la actividad del perro aumenta, así como sus intentos de mover las patas.

Las situaciones más comunes en las que se utilizan sillas de ruedas son en displasia de silla, artrosis, hernia discal, déficits propioceptivos, como auxiliar durante la rehabilitación o para poder inmovilizar las extremidades posteriores a la cirugía.

La adaptación a la silla de ruedas varía de un perro a otro. Y será más fácil cuanto más tenga que caminar el perro, también dependiendo de la condición de las patas delanteras. Así, un perro alegre y activo, dispuesto a moverse, que se arrastra por la casa con sus patas delanteras, se adaptará muy bien a la silla.

Con la silla, puede sentir a su perro tirando hacia atrás de la correa mientras disfruta de un agradable paseo.

En la gran mayoría de los casos, la adaptación es visible el mismo día que se introduce la silla. En los casos en que el animal ha estado inactivo durante un largo período de tiempo y donde hay una atrofia muscular, es importante llevar a cabo una introducción progresiva para que los músculos de las patas delanteras también puedan fortalecerse progresivamente. En pocos días será destacable cómo el perro deja de estar acostado todo el día, para pasar a tener una actividad casi normal. Cuando compres la silla, recibirás una serie de consejos que te ayudarán en este proceso.

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