Heidi ha estado deambulando por las calles de Rumanía durante meses y se gana la vida allí a duras penas. Al principio tuvo suerte: los vecinos le daban algo de comer de vez en cuando. Pero por lo demás nadie se preocupa por ella. Ella está indefensa, indefensa y sola.
ya nadie la quiere
Debido a la falta de cuidado y atención, Heidi se pone inflamación e infecciones de la piel. Eventualmente le da sarna, pierde su pelaje y sufre una picazón terrible. Ahora incluso sus últimos ayudantes se están alejando de ella. Todos simplemente la ahuyentan en lugar de ayudarla o darle refugio.
Por suerte para Heidi que la organización de bienestar animal aullido de un perro se da cuenta de ella, la cuida y la lleva a una clínica veterinaria. Allí es atendida y atendida por un veterinario. Los veterinarios descubren que tiene un pezón hinchado.
Temen que esta hipertrofia sea de no hace mucho el embarazo y hay cachorros por ahí en algún lugar esperando a su madre. Sin embargo, también puede ser un signo de cáncer.
Al final resulta que es solo una reacción hormonal normal en la perra porque Heidi no está esterilizada.
Una transformación increíble
el apenas hembra de dos años finalmente está recibiendo la atención que necesita y se está recuperando lentamente de su sarna. Incluso si toma semanas hasta que esté completamente restaurado.
Está vacunada, con microchip, esterilizada y criada. Su transformación es tan increíble que es casi irreconocible. Heidi es ahora un hermoso animal y rebosa de salud. Todo lo que necesita ahora es una familia amorosa que la cuide, que esté ahí para ella, que le dé una segunda oportunidad y que le permita vivir la vida de perro feliz que se merece.