4 grandes conceptos erróneos sobre la caca de perro que todos deben saber

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Las aceras sucias con heces de perro son un problema importante en muchas ciudades alemanas, especialmente en Berlín, la capital de las heces de perro. Y por incómodo que sea recoger excrementos de animales, es aún más incómodo entrar.

Pero incluso la multa de hasta 150 euros no parece disuadir a algunos dueños de perros de la idea de que los excrementos de sus animales tienen numerosas propiedades valiosas e incluso juegan un papel ecológico decisivo.

Hay muchos mitos en torno a la caca de perro, pero ¿qué es cierto y qué no? ¿Hay realmente algo en el valor añadido ecológico o no?

1. Los desechos de los perros simplemente se pueden tirar en el compost

Eso no está bien. Porque en cierto modo, la caca de perro es muy parecida a la de los humanos. Por ejemplo, contiene numerosos patógenos (bacterias, parásitos y zoonosis).

Para eliminar estos patógenos hay que tener en cuenta una serie de factores durante el compostaje: Por ejemplo, una temperatura de 55 °C durante varios días. Independientemente del tipo de compost, no siempre se puede garantizar esta temperatura, por lo que el compostaje requiere un control especialmente estricto.

La mejor manera de descomponer la caca de perro es hacer vermicompost, que utiliza lombrices de tierra en lugar de altas temperaturas para descomponer los excrementos.

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La caca de perro fresca tiene propiedades fertilizantes

No, desafortunadamente no. Este argumento, que a los dueños de perros les gusta usar cuando no limpian adecuadamente los excrementos de sus mascotas, lamentablemente es erróneo.

Para que la caca de perro realmente funcione como fertilizante, primero se debe compostar mediante un proceso especial y solo se puede usar una vez que se completa el proceso.

Las bolsas de basura para perros se pueden dejar en el suelo.

No, una bolsa de caca de perro puede tardar entre 100 y 1000 años en descomponerse y la mayoría de las bolsas de plástico terminan en el océano, matando a numerosos animales marinos.

Aunque muchos ya llevan la etiqueta de «biodegradables», su descomposición real sigue siendo un tema de debate, ya que algunos de ellos todavía están completamente intactos incluso después de varios meses en el agua.


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Las heces de los perros se pueden dejar en el suelo.

Los dueños de perros deben recolectar los restos de sus mascotas, ya que al igual que las heces humanas, estas contienen numerosos patógenos con los que otros perros y humanos pueden infectarse.

Dependiendo del estado federal, se puede incurrir en una multa de entre 10 y 150 euros por caca de perro que no se elimine adecuadamente.

En los Estados Unidos, algunas asociaciones de propietarios exigen que se realice una prueba de ADN a los perros antes de que sus dueños se muden. Si luego se encuentran excrementos de perro en el vecindario, se envían a un laboratorio para su identificación. Esto redujo la cantidad de caca de perro en las aceras en un 95 por ciento.

Este sistema también existe en Andalucía e Israel, y es posible que también se introduzca en Alemania en algún momento.


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Pero, ¿qué hacer con los excrementos de los perros?

Por lo tanto, la mejor manera de deshacerse de los desechos de los perros parece ser el vermicompost. De esta forma, no solo se aprovechan las excreciones de tu perro, sino que además recibes un abono ecológico y económico.

Recuerda desparasitar a tu perro regularmente para minimizar la cantidad de posibles patógenos en los excrementos.

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